GIM (Grosor Intima Media)
La ecografía es una tecnología inocua, barata y accesible. En Atención Primaria permite clasificar, diagnosticar e incluso priorizar aquellos casos que requieren una derivación al especialista de referencia y reducir las listas de espera, dado que en numerosas áreas sanitarias la petición ecográfica supone un tiempo de espera 2 a 4 meses y mucho mas para el caso de una resonancia.
La ecografía en la consulta de Atención Primaria en España es todavía menor del 10% en España, y esto a pesar de que los expertos reconocen que este recurso es imprescindible para detectar precozmente diversos tipos de enfermedades y permite la rápida y eficaz resolución de múltiples problemas de salud a un coste bajo. La ecografía requiere un gasto inicial en el aparataje y una formación adecuada de los profesionales en esta técnica así como una adecuada destreza que a su vez viene derivada del esfuerzo, del trabajo y de la formación continuada del profesional implicado. No se trata de suplantar al especialista porque la competencia la marca el ejercicio profesional del médico y todos debemos conocer hasta donde podemos llegar y aquello que sobrepasa los límites de nuestro conocimiento y capacidad pedir consejo y ayuda al colega competente.
Escribo esto en relación con técnicas para la detección de la aterosclerosis subclínica, entre otras, de las de mayor utilidad resulta la ecografía carotídea GIM (Grosor Intima Media), en inglés IMT (Intima-media thickness), que permite la evaluación de los pacientes de riesgo cardiovascular por aterosclerosis. La medición del grosor íntima media carotídeo es un método no invasivo basado en ultrasonidos (ecografía) para la detección de la aterosclerosis subclínica. Nos permite estratificar el riesgo cardiovascular, incluso puede ayudar en la identificación de individuos asintomáticos con un riesgo cardiovarcular alto no detectados por otros métodos.
El grosor íntima media carotídeo (GIM) ha mostrado asociación con los factores de riesgo cardiovasculares, con la prevalencia de enfermedad cardiovascular y también puede ser un predictor independiente de enfermedad cardiovascular, cerebrovascular y enfermedad vascular periférica, es un marcador válido de progresión y regresión de enfermedad ateroesclerótica.
Con la edad el complejo íntima-media se engruesa, el engrosamiento se ve acelerado en presencia de numerosos factores de riesgo de arterioesclerosis, hay descritos decenas, pero son particularmente importantes la hipertensión, diabetes, alto colesterol LDL, bajo colesterol HDL, tabaquismo, Síndrome Metabólico, etc. Si este fenómeno progresa desemboca en la formación de la placa de ateroma.
El GIM es el patrón de doble línea visualizado en ambas paredes de la arteria carótida común en una imagen longitudinal. Son dos líneas paralelas que constituyen las fronteras de dos superficies: lumen-íntima y media-adventicia. Se considera que hay Lesión de Organo Diana cuando es superior a 0.9 mm.
Mientras que la Placa de Ateroma es una estructura focal que protruye en la luz arterial al menos 0,5 mm o el 50% del valor del IMT circundante o demuestra un grosor de al menos 1,5 mm medido desde la interfase lumen-íntima a la interfase media-adventicia.
Así en la Revisión de la guía Europea de manejo de hipertensión, documento de la Sociedad europea de Hipertensión 2009, especifica: La relación entre el grosor intima/media carotídea (GIM) y la placa con los consecuentes riesgos vasculares, discutidos ya en el 2007, ha sido posteriormente reforzado por los datos de ELSA [1] , mostrando que el GIM carotideo predice los eventos vasculares independientemente de la PA (ambulatoria y clínica) ocurriendo tanto en los valores de GIM en la bifurcación carotidea como en la carótida común. Esto sugiere que la aterosclerosis (reflejada en el valor de la GIM en la bifurcación) y la hipertrofia vascular (GIM en carótida común) ejercen un pronóstico adverso sumatorio a la elevación de PA. También se ha demostrado un pronóstico adverso significativo de la placa carotidea (Odds ratio 2,3) en una muestra de residentes de Copenhague sin enfermedad vascular, que fueron seguidos prospectivamente 13 años [2]
[1] Zanchetti A, Hennig M, Hollweck R, Baurecht H, Bond G, Tang R, Cuspidi C, Parati G, Facchetti R, Mancia G. Baseline values but not treatment induced changes in carotid intima media thickness predict incident cardiovascular events in treated hypertensives. Findings in the ELSA. Circulation 2009; 120:1084 – 1090.
[2] Sehestedt T, Jeppesen J, Hansen TW, Rasmussen S, Wachtell K, Ibsen H, Torp-Pedersen C, Olsen MH. Which markers of subclinical organ damage to measure in individuals with high normal blood pressure? J Hypertens 2009; 27:1165 – 1171.
http://www.ish.org.il/2009GuidelinesESH.pdf
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